La fosa común de Villalba Baja, en la que fueron enterrados muchos soldados, se encuentra situada en el interior del antiguo cementerio viejo, situado a cierta distancia de la localidad y hoy en día completamente abandonado y en ruinas. Allí fueron enterrados, por ejemplo, los soldados que murieron al estallar una bomba de aviación justo en la entrada de un túnel de la inconclusa línea de ferrocarril que debía atravesar la zona. Los soldados habían creído encontrar en ese túnel abandonado un estupendo refugio contra los aviones. En ese mismo ataque aéreo habría resultado muerto Domingo Montón, el tío Cascarilla, vecino de la localidad. Las fosas se encuentran, como todo el resto del lugar, en estado de total abandono.

La fecha de los acontecimientos es aproximada.

Otras víctimas de la guerra en la localidad: Ningún vecino de Villalba Baja fue asesinado por los contendientes, pero dos soldados llamados Pedro Hernández Dobón y Benjamín Esteban murieron en combate. El primero de ellos falleció junto a los rebeldes; el segundo, junto a los republicanos.